El art déco nació en París a principios del siglo XX, cuando un grupo de artistas franceses (Hector Guimard, Eugène Grasset, Raoul Lachenal, Paul Follot, Maurice Dufrène y Émile Decour) buscaban innovar en el diseño de las artes decorativas de vanguardia. Inspirados por la Exposición Universal de París de 1900, estos artistas crearon un movimiento que se caracterizó por su estética clásica, simétrica y rectilínea. Aunque el término art déco, que proviene de la forma francesa abreviada décoratif, no se acuñó hasta 1966, este estilo se dio a conocer formalmente en la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industrias Modernas de París en 1925. Este evento, cuyo propósito era celebrar la modernidad y dejar atrás las tradiciones, marcó un punto clave para la popularización de esta corriente artística.
Este movimiento captó el espíritu de su época y se enriqueció con diversas influencias artísticas como el cubismo, el expresionismo, el arte oriental, el arte africano y otras corrientes.
Un ejemplo notable fue la influencia egipcia, motivada por el descubrimiento de la tumba de Tutankamón, un hallazgo que impactó profundamente al mundo y se tradujo en la adopción de motivos y símbolos egipcios.
También, la corriente rusa y oriental introducida por el apogeo de Les Ballet Russes sacudió los estándares estéticos de la época con sus sorprendentes vestuarios y resonantes colores.
El art déco se destaca por su gran expresividad, por el uso de paletas de colores fuertes, llamativos y contrastantes. También intervienen la elegancia compacta de las formas con cierta geometrización y pesadez, sumado a la aplicación de simetrías, los trapezoides, los facetamientos y vaivenes. Los motivos naturalistas se reflejan en las flores y los árboles, las frondas, fuentes y palmeras, todos estilizados o geometrizados.
En el edificio de Cerrito se puede observar una gran diversidad en las formas, el uso de pares semánticos y cómo se organizan las estructuras. Entre los rasgos más destacados, se nota una fuerte inclinación hacia la simetría espacial, una organización que no está segmentada, y una verticalidad clara que proviene de un eje axial.
Es común ver combinaciones de líneas rectas y curvas geométricas, además de una oblicuidad marcada, que no se define con una sola línea, sino por variaciones en los niveles y escalonamientos. Las aristas no se dibujan con líneas, sino que se crean mediante cambios en los planos y curvaturas. Los escalonamientos son cruciales para finalizar las formas. Por último se utiliza a menudo la combinación de superficies curvas y planas.
Son muchos los motivos y temas del art déco. Sin embargo, lo que lo hace particular es el modo de tratarlos, ya que ello registra un cambio cultural importante. La figura masculina suele ser representada mediante recursos como titanes, atletas, obreros, etc., los cuales expresan fuerza y vitalidad. La figura femenina es representada a través del uso de líneas estilizadas. El art déco rechaza la fragilidad e intimidad que el art nouveau daba a la figura femenina para conferirle carácter y un cierto sentido de emancipación.
Los elementos decorativos inciden, sobre todo, en la concepción de los vestíbulos: puertas de acceso, ascensores, artefactos de iluminación, herrerías de bronce, bajorrelieves, etc. Las luminarias destacan por sus materiales innovadores que generan efectos de luz únicos. A menudo, incorporan superficies brillantes, como esmaltes o metales pulidos, así como vidrios convexos y translúcidos con decoraciones.
El estilo art déco se puede ver en detalles de la fachada y también en elementos como puertas, ventanas y rejas.

















